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martes, 5 de agosto de 2014

Enfoque de EcoSalud es útil para detener epidemias de chikungunya y dengue

La profesora Olga Ávila da la bienvenida a los participantes en el Conversatorio. (Foto cortesía de César Suárez)

 Información oportuna y transparente para tomar decisiones y trabajo conjunto entre sector salud, comunidades y universidades son dos estrategias fundamentales para hacer frente a las dos epidemias que enfrenta Venezuela en este momento: dengue y chikungunya.
Esa es la conclusión del conversatorio “Todo lo que un periodista debe saber sobre chikungunya y dengue” organizado por el Nodo Venezuela de EcoSalud - ETV, el Colegio Nacional de Periodistas, la Red Defendamos la Epidemiología Nacional y el Círculo de Periodismo Científico de Venezuela, que se realizara el 29 de julio en la sede del Laboratorio de Ciencias Sociales (Lacso/UCV).
El Conversatorio es una de las actividades formativas que se ha planteado la iniciativa de EcoSalud en su decisión de apoyar el mejor flujo de información sobre salud entre investigadores, expertos y periodistas. A la cita acudieron el secretario nacional de mejoramiento profesional del Colegio Nacional de Periodistas, Néstor Garrido, el presidente del Círculo de Periodismo Científico de Venezuela, Luís García, así como periodistas de distintos medios impresos, audiovisuales y digitales, quienes fueron recibidos por la coordinadora de Lacso y del equipo de EcoSalud del Nodo Venezuela.

La llegada del chikungunya
Ana Carvajal, infectóloga, profesora de la UCV y miembro de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, quien viene haciendo seguimiento a la epidemia de chikungunya desde que el virus llegó a las islas del Caribe, explicó que todos los habitantes de Venezuela somos susceptibles de contraer la enfermedad. “La experiencia en otros países es que llega a enfermarse entre un tercio y la mitad de la población. De ellos, podría morir hasta el 1%”. En nuestro país eso implica que podrían enfermarse unos 9 millones de personas y fallecer hasta 90 mil. Hasta el 29 de julio se habían contabilizado 87 casos de los cuales 32 eran infecciones generadas en nuestro país. Eso significa que el virus ya se estableció en tierras venezolanas.
La enfermedad se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, severos dolores que pueden paralizar al afectado en las articulaciones, especialmente en manos, pies, rodillas y hombros, así como dolor general en todo el cuerpo y una erupción en la piel. Estos síntomas, que aparecen clásicamente en la fase aguda, pueden durar dos semanas. En los pacientes que sufren la enfermedad en una forma más intensa podrían tardar hasta 3 meses.
Vale resaltar que hay un grupo de pacientes en los que la enfermedad se puede volver crónica. De hecho, en los países que han sufrido epidemias de chikungunya se ha descrito que el 33% de estos casos los dolores articulares y la artritis pueden persistir por 4 meses, el 15% puede sufrir dolores por 20 meses y en el 12% la artritis puede durar hasta 5 años.
Si bien toda la población es susceptible, el virus se ensaña particularmente con embarazadas y niños de hasta un año de nacidos, personas mayores de 65 años o quienes tienen enfermedades preexistentes como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, vih-sida, tuberculosis, enfermedades cardiovasculares, hematológicas o cáncer.
No existen ni vacuna ni medicamentos efectivos contra este virus, así que la verdadera opción es hacer un trabajo permanente y sistemático de erradicación del zancudo Aedes aegyti, que transmite tanto este virus como el del dengue, otra de las enfermedades epidémicas que comprometen nuestra salud en estos tiempos.
Sobre ella habló la doctora Iris Terán, profesora investigadora de la Universidad de Carabobo y coordinadora del Nodo Venezuela de EcoSalud, quien se refirió, de manera específica, a los factores que en nuestro país impiden el control del dengue. La investigadora precisó que en las últimas décadas, tanto aquí como en toda América Latina ha habido un crecimiento demográfico importante que ha generado la creación de grandes zonas marginales en las ciudades con viviendas inadecuadas y marcado déficit de servicios básicos. Todo esto ha establecido complejos contextos en las interacciones humanas y propician el deterioro de los ecosistemas que nos rodean.
La doctora Iris Terán, quien conduce el proyecto de EcoSalud como herramienta
 para prevenir y controlar el dengue en el estado Aragua (Foto cortesía César Suárez)

Combatir el dengue con un enfoque de EcoSalud
La investigadora enumeró algunos de nuestros problemas específicos: proliferación indiscriminada de invasiones, construcción de urbanismos sin tomar en cuenta la disponibilidad de los servicios básicos, deterioro sistemático de las condiciones de saneamiento ambiental, colapso de los servicios públicos y multiplicación de los criaderos del zancudo Aedes aegypti.
Recalcó la doctora Terán que persisten enfoques que no han funcionado porque consideran que el dengue es un problema del sector salud y de la comunidad que lo sufre, mientras desconocen la co-responsabilidad del resto de los sectores públicos y privados involucrados en el asunto.
A este problema de enfoque se suman fallas de nuestro sistema de salud pública, que se expresan en cuestionada veracidad de la información epidemiológica, deterioro en la capacidad de los equipos de salud para hacer diagnóstico clínico de dengue, falta de personal de saneamiento ambiental, falta o deterioro de equipos y/o transporte, falta de reactivos para el diagnóstico serológico, carencia de un sistema de información adecuado, incremento del subregistro de casos de Dengue, y fallas en las actividades de prevención y control. Todo esto produce que se tomen decisiones inoportunas e inadecuadas, que conducen a acciones aisladas, repetitivas, ineficaces que provocan insatisfacción de las comunidades y desmotivación del personal de salud.
¿Cómo enfrentar esta compleja situación? Para Iris Terán, una buena respuesta la provee el enfoque integral de la EcoSalud, que ha dado resultados concretos en ciudades con epidemias graves de dengue. Se refirió a Cali, en Colombia, que pasó de ser una ciudad hiperendémica a reducir al mínimo la presencia del dengue, todo esto gracias al trabajo conjunto y consciente de comunidades, universidades y sectores de gobierno local.
“Con bases semejantes pero adaptadas a nuestra realidad, un grupo de investigadores de la Universidad de Carabobo estamos desarrollando un proyecto en el que partimos del enfoque ecosistemico como estrategia para optimizar las medidas de prevención y control del dengue en municipios del estado Aragua”.
El proyecto recién se inicia pero si se logra convencer a líderes comunitarios y tomadores de decisiones en el gobierno local de trabajar mancomunadamente, el pronóstico será positivo.
La apuesta de Ana Carvajal y de Iris Terán, desde sus distintas experiencias, coincide en un punto clave: dar poder a las comunidades para que se hagan fuertes en la lucha por mantener un entorno saludable puede ser un paso adelante para controlar no sólo males antiguos, como el dengue, sino también enfermedades emergentes como el chikungunya.

Esta actividad fue reseñada por la televisora venezolana Venevisión. El video puede revisarse en este enlace:  http://www.noticierovenevision.net/videos/vida-y-salud/2014/agosto/4/105080=vida-y-salud-investigadora-iris-teran-habla-sobre-el-impacto-del-virus-del-chicungunya