Al norte de Barquisimeto, en el estado
Lara, donde llevan más de dos décadas sin poder controlar la alta prevalencia de
dengue, habitantes de diferentes estratos sociales, profesiones y oficios,
entre los cuales destacan amas de casa, profesores, maestros,
abogados, músicos, grupos religiosos, hombres, mujeres, cultores y
artistas, se incorporaron desde sus propias trincheras a la prevención y
control de esta enfermedad trasmitida por el zancudo Aedes aegypti.
Nadie se había percatado de que la
mayoría de la población era indiferente a ese problema de salud pública. Ello, a pesar de que afectaba
sin discriminación al vecino, al niño a la escuela o a la maestra, a jóvenes y
adultos. Ahora, cada caso tiene nombre y cara y no es una cifra más en las
estadísticas. Por eso la comunidad se está avocando a la prevención de esta
enfermedad.
Las particularidades fueron descubriéndose
luego de que colectivos comunitarios organizados participaron en talleres
educativos, en el cual ellos mismos fueron reconociendo sus propias debilidades
en el manejo de esta endemia.
El programa educativo fue promovido por
los doctores Marco Marruffo y Xiomara Bullones, médicos especialistas en
enfermedades metaxénicas y saneamiento ambiental y profesores del Decanato de
Ciencias de la Salud de
la Universidad Centro Occidental Lisando Alvarado en Barquisimeto, estado Lara.
La aplicación del enfoque EcoSalud en la comunidad formó parte del trabajo
final del Curso de tutores sobre Enfoques Ecosistémicos y
Enfermedades trasmisibles por Vectores, en el que ellos participaron. Este tuvo lugar en el Instituto de
Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Carabobo, en Maracay.
En el Programa Educativo con Enfoque de EcoSalud participaron exitosamente colectivos
comunitarios de las parroquias El Cují y Tamaca, ubicadas al norte de
Barquisimeto. Estas zonas constituyen uno de los polos de mayor crecimiento en
los últimos 30 años, con sus consecuentes problemas de recolección de basura y
abastecimiento de agua, factores importantes en la propagación del zancudo
transmisor.
Previamente al taller, que tuvo
una duración de cinco semanas, hubo cuatro asambleas a fin de despejar
interrogantes en relación al Programa que se iba impartir y explicar en qué
consistía el enfoque EcoSalud y cuáles eran sus objetivos.
Refiere el doctor Marruffo, quien
además se desempeña como Supervisor Nacional de la Dirección General Salud Ambiental para Lara, Portuguesa y
Barinas, que en los talleres participaron voluntariamente un grupo muy variados
de personas de esas comunidades. Se trata de maestros, profesores
universitarios, licenciados en saneamiento ambiental, voceros y voceras
desalud, movimientos de cooperativas, madres
cuidadoras, padres de familia, amas de casa e inclusive quienes han trabajando
en dengue en los últimos 22 años, tiempo que lleva la endemia en la
región.
El especialista considera que ha sido
una de las experiencias más positivas, que ha tenido en los últimos 30 años
lleva trabajando en dengue. Participaron grupos de 37 personas de distintos
sitios de Barquisimeto, quienes a su vez diseñaron una estrategia para
replicarlo en su escuela, sitios de trabajo o sus actividades diarias.
Entender la salud
El primer paso de los participantes fue
tratar de realizar una construcción colectiva del concepto salud y analizar su rol como ciudadanos, entre
ellos el de participación social, uno de los fundamentos en los que
descansa el enfoque de EcoSalud. Según explica Marruffo, se dieron cuenta de que hasta el
momento el control del dengue ha sido manejado de manera muy parcelada y
asumieron que este problema de salud no solo es responsabilidad del Estado sino de todos los
ciudadanos en conjunto.
La transdisciplina, o enfoque ecosistémico, también era otro
concepto que les sonaba etereo. Una vez que entendieron en qué consistía, ellos
mismos descubrieron el rol que tienen y sus diferentes perfiles. En las
sesiones de trabajo se dieron cuenta, además, de que a pesar de que desempeñan
distintas actividades o tienen distintos intereses, el dengue puede afectarlos
por igual. También apreciaron que existían muchas barreras que no permitían el
trabajo colectivo del concepto salud.
En relación a la equidad de género también pudieron percibir que las
mujeres son las que más participan, aun cuando es responsabilidad también de
los hombres "Nos dimos cuenta de que las prácticas para el control de
dengue eran desarrolladas por las amas de casa. Ellas son las que están pendientes
de recoger el agua, de lavar los tanques o la recolección de desechos"
agregó el médico.
Otro de los principios de la EcoSalud es la interculturidad, que será aprovechada por estos grupos organizados para
desarrollar diferentes actividades folklóricas, religiosas, del saber popular,
a través de las cuales promoverán la prevención del dengue.
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