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Intervención de la doctora Milady Guevara durante el Conversatorio |
Los esfuerzos para controlar las epidemias de malaria y dengue en Venezuela así como las exitosas experiencias de México y Colombia para enfrentarlas a través del enfoque de ecosistémico fueron el foco del Conversatorio sobre EcoSalud que tuvo lugar en el marco de la XLIII Convención Anual de Asovac.
El evento, moderado por la responsable del Nodo EcoSalud
Venezuela, la doctora Milady Guevara, contó con la participación de los
doctores Ángel Betanzos, Coordinador del Proyecto para el Liderazgo y
Desarrollo del Campo de Ecosalud y Enfermedades Transmitidas por Vectores en
América Latina y el Caribe; Fabián Méndez, Director de la Escuela de Salud
Pública de la Universidad del Valle Colombia y Coordinador del Capitulo
Latinoamericano de la Sociedad de Epidemiologia Ambiental; Brenda García
Zambrano, representante de la Dirección de Salud Ambiental del Ministerio del
Poder Popular para la Salud, Iris Villalobos, consultora de la OPS en materia
de dengue y profesora de la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo-Núcleo Aragua, así como Iris
Terán, también coordinadora del Nodo EcoSalud Venezuela.
Fue esta última quien hizo la presentación del enfoque
de EcoSalud y las enfermedades transmitidas por vectores, sus propósitos y las
bondades para ejecutarlo en Venezuela, ante la nutrida audiencia que acudió al
Conversatorio la tarde del lunes 25 de noviembre. Posteriormente, Betanzos se
refirió a los alcances del programa de Control Focalizado y del enfoque
ecosistémico que establecieron en las regiones con alta presencia de malaria en
México desde 2000, y su posterior instrumentación en Centroamérica. Explicó
Betanzos que producto de este proyecto de cooperación auspiciado por organismos
como Pnuma y OPS, en una población expuesta de 159.018 habitantes (que
implicaba 6.845.000 habitantes en riesgo de infección) en México, Guatemala,
Belice, Nicaragua, Honduras y Panamá fue posible reducir la transmisión de la
enfermedad en 63%.
Por su parte, Méndez expuso cómo la incorporación de
comunidades y autoridades sanitarias desde el enfoque de ecosalud redujo
notablemente la presencia del dengue en Cali, ciudad considerada hiperendémica
para esa enfermedad desde hacía décadas. El proyecto, que comenzó en 2007,
implicó estudios médicos y antropológicos en las zonas más afectadas de la
ciudad y condujo no solamente a reducir la presencia del dengue sino también a
recuperar espacios urbanos, así como a integrar y comprometer a las comunidades
en trabajos de saneamiento ambiental. “El proyecto concluyó en 2009 pero
todavía los espacios en 2013 se mantienen limpios. La Ecosalud se volvió un
tema importante en la zona”.
Ambos expertos coincidieron en que hay muchos aspectos que
deben afinarse para seguir obteniendo resultados importantes, especialmente
cuando se desarrollan las experiencias en regiones y países con contextos
sociales y económicos tan diversos.
La doctora Villalobos, quien habló sobre el dengue desde la
experiencia venezolana, aseguró que el aumento de la enfermedad en esta década
ha sido notable y recalcó que “nos hemos concentrado en el vector y hemos
olvidado atacar lo social”. Para la experta, es imprescindible que las
comunidades sean aliadas fundamentales en el control de la enfermedad que,
resaltó, también hace víctimas entre los niños: “En Venezuela los menores de un
año son de alto riesgo para dengue”.
Finalmente, la doctora Brenda García Zambrano se refirió a
los esfuerzos de la Dirección de Salud Ambiental del MPPS en el control focal
de la malaria y reconoció con pesar que el país no será sede de los Juegos
Panamericanos justamente por nuestro alto riesgo malárico. En su exposición resaltó
la relación entre el incremento de la cotización internacional del oro y el
aumento de la malaria, por la explosión de la minería ilegal. Esto explicaría
que la mayor cantidad de casos de malaria en el país tengan lugar en el estado
Bolívar, de formidable vocación minera. Aclaró la funcionaria que los focos de
este estado se están combatiendo con administración masiva de medicamentos a
80% de la población de los municipios más afectados (San Isidro y Della Costa),
así como a través de la intensificación de actividades de diagnóstico precoz y
seguimiento a los posibles infectados. Estos, mineros en su inmensa mayoría,
tienen baja adherencia al tratamiento y viven en condiciones tan precarias que
hacen difícil prevenir la picadura del zancudo. Sin embargo, recalcó que se
está haciendo distribución masiva y gratuita de mosquiteros, cremas, brazaletes
así como también aplicación diurna de insecticidas.
El conversatorio, que contó con una nutrida audiencia de
estudiantes y docentes de la Universidad de Carabobo, finalizó con la
recomendación de comprometer a todos los afectados para enfrentar dengue y
malaria. ”Recordemos, para trabajar con las comunidades hacen falta tiempo y
persistencia. Hay que entender las lógicas de sus prioridades o será difícil
involucrarlas”, concluyó la doctora Iris Terán.
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